El silencio partido para que el río se funda en una mano y sea acariciada por su boca.
Infinitos momentos que se comparten en Cartagena como silencios en medio de ojos pequeños: Hay días en que la luna cuenta secretos que sólo él luego repite con la comida.
Un zumbido como afirmación de los imposible, me huele a canela.
Una prostituta afirmada en su memoria, lo descubre desnudo en el medio de la nada.
Un soldado que prepara su trinchera para ir en búsqueda de la verdad perdida.
La mesa servida para que los comensales se pregunten por su ausencia: No hay soledad que no se repita cuando la piel se convierte en río.
Tinta y papel, para que la ilusión sea una consejera mágica: Y nuevamente sea
el sonar de una imprenta fantasma.
La luz de esa melodía que me llama a su encuentro, y la sencillez de un blanco destino de bachata y son.
El humo compartido con la historia, como una sombra que se convierte en Ron: La salud de beber hasta caer en sueños.
Salud por ser fiel a la palabra, a pesar de los infortunios, los pesares y las hormigas.
Una mueca que se cuela por la falda de alguna morena: Las mujeres son la esencia de la vida...se repite una y mil lenguas...
Y en eso la vida se sabe a Macondo.
Dady Rubio ("Un son para Gabo" -Enero 2008- 15:00 pm)
Bogotá no para de celebrar la vida de su hijo preferido. La crónica de Hernando Salazar para la edición de la BBC en internet, es clara y huele a homenaje:
"Gabo y Cien años de soledad" es una exposición interactiva sobre García Márquez como hombre, como escritor y como periodista, pero también sobre las novedades del mundo que Melquíades, el gitano, les llevó a los habitantes de Macondo.
La muestra no tiene témpanos de hielo como los que exhibió el famoso gitano de la novela, pero sí imanes, lupas, telescopios, caleidoscopios, espejos cóncavos y convexos, laberintos y teléfonos de hilo, entre otras cosas.
"Pon la oreja y templa la cuerda un poquito", explica la madre de Mario Alfonso, un niño que intenta comunicarse con Eddy, su hermana.
"Hola Eddy", dice Mario Alfonso.
La muestra no tiene témpanos de hielo como los que exhibió el famoso gitano de la novela, pero sí imanes, lupas, telescopios, caleidoscopios, espejos cóncavos y convexos, laberintos y teléfonos de hilo, entre otras cosas.
"Pon la oreja y templa la cuerda un poquito", explica la madre de Mario Alfonso, un niño que intenta comunicarse con Eddy, su hermana.
"Hola Eddy", dice Mario Alfonso.
"Hola", le contesta su hermana mientras se ríe al comprobar que en tiempos de los teléfonos celulares también funciona uno de hilos.
"Me veo enanito", le relata a BBC Mundo otro niño que jugaba frente a los espejos... (Click para leer la crónica del evento)
"Me veo enanito", le relata a BBC Mundo otro niño que jugaba frente a los espejos... (Click para leer la crónica del evento)
Posdata: Este link de una multimedia fotográfica de Gabo por parte de la BBC Mundo es imperdible: Hay que verla y disfrutarla (Click Aquí para ver fotos y relatos de Gabriel Garcia Marquéz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario