Había noches que las imagenes se parecían a esas películas en blanco y negro del cine mudo. Las escenas se repetían y multiplicaban en latidos: Los golpes en la puerta, mi madre que me abrazaba, la risa escondida de mi hermana, el rostro de terror de mi abuela, los golpes más fuertes todavía, el sonido de llantas que raspaban el asfalto, y la puerta que resistía a las patadas...y a las culatas de los FAL...que golpeaban...golpeaban...golpeaban...
Democracia es la única palabra que suena a "gente apretada". Escucho a Silvio Rodriguez, a lo lejos, y su tema "la masa" lo explica mucho mejor que mis palabras...
si no creyera en quien me escucha
si no creyera en lo que duele
si no creyera en lo que quede
si no creyera en lo que lucha
qué cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores resplandores
qué lucecitas montadas para escena
qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los aplausos
un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
júbilo hervido con trapo y lentejuela
qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Atrás había quedado la oscuridad de un otoño de muerte. Era la posibilidad de gritar primavera con el florecer del alma: Uno a uno se agolparon los momentos de rostros sin nombre, y uno a uno fuimos gritando sus nombres.
La primavera volvía a ser una estación climática de un país que había vivido gris y en eterno invierno. Eramos la semilla de aquellos que habían sembrado utopías.
Eramos hijos de la Dictadura, pero huerfanos de padres. Ellos habían desaparecido al compás de marchas militares. Un libro de Paula Guitelman, graduada en Comunicación, docente e investigadora, denominado: "La infancia en Dictadura" lo reflejará como fotografía:
"...Si la primera tapa de Billiken (1919) fue la estampa de un chico despeinado y embarrado en el potrero, para la segunda mitad de los ‘70 desaparecen las barras de amigos y ganan las imágenes individuales, donde el cuerpo se presenta como máquina. “Por eso elegí para la tapa del libro la imagen de una muñeca que muestra los engranajes de un grabador. El ser humano es una máquina que puede reír, llorar y, en letras chicas y como dicho en voz baja, que también cuenta con un mecanismo de reproducción, como para que nadie pregunte demasiado”, sonríe la autora. Además, cuando se habla del control de la salud siempre aparece bajo metáforas bélicas: “guerra contra las caries”, “disparen contra la gripe” o las vacunas “veneno contra veneno”. La idea de extirpar lo disfuncional se hace presente hasta en el consultorio del pediatra..."
Desde el inicio de aquella primavera es que no tengo más pesadillas. Pasaron varias estaciones, y los golpes de las culatas de los FAL, ahora son el sonido de la puerta abierta cuando mis hijos regresan de bailar.
La Democracia es también a veces una dulce melodía. La voz del querido León Gieco que se cuela por la inmensidad de los espacios que ya no están vacíos.
Aprendimos a guardar el dolor en el fondo de lo desconocido: Y es allí, donde queremos vivir, sin olvidar.
Por las primaveras que vendrán...por "la memoria" que se empecina a no ser "desaparecida"...
(*) Fuentes en diarios Clarín, LA Nación, YouTube, Google.Doc, Archivo Nacional...
2 comentarios:
mucha información en este post!
Te agregué en una lista de alguno de los post sobre este día en mi blog.
http://unoytodos.blogspot.com/2010/03/notas-y-post-sobre-el-dia-de-la-memoria.html
Saludos!
Gracias marianela como siempre por estar!!!
DADY
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