Hay que transitar sus veredas (tan anchas y largas) para saber que "la alegría brasuca" no es joda...es vida. Simplemente con mirar las favelas, uno se da cuenta que la suerte está echada, para algunos que tienen algo y otros que sólo rezan.
El Brasil de Lula, es un país que se parece tanto a la felicidad con peligro, que todavía no puedo entender porque eligen Buenos Aires como la ciudad de "sus sueños".
En realidad, es también la ciudad de mis sueños, y en eso, nosotros "argentos", debemos estar tranquilos de nuestro "sobrevivir".
La igualdad de la alegría, es una revolución sin armas...
El corresponsal de la BBC (de Londres...aburrida por cierto), Angus MacSwan, escribió un artículo que desnuda la posibilidad, maravillosa, que iguala la pobreza con la riqueza, a los famosos y desconocidos, en un mismo evento: El carnaval de Río de Janeiro...
"...Ricos y pobres formaron parte de la multitud que hasta la madrugada del martes se extasió con el colosal desfile de "escolas de samba" de Río de Janeiro, aunque se ubicaron en sitios diferentes.
Para algunos, su lugar estuvo en espléndidos palcos, dotados de comida, bebidas, con servicio de masajes y máscaras de oxígeno, que se encuentran a los lados de la avenida por donde desfilan los grupos carnavalescos.
Para otros, fue en una calle que corre a lo largo de un canal y que ofrece un ventajoso punto de visión de los grupos de samba y carros alegóricos que se preparan para iniciar su pasaje por el "Sambódromo."
La actividad es intensa en ambos lados. Vendedores ambulantes suministran cerveza y frituras a la multitud frente al canal, y los otros se reúnen en la altura cerca de las luces que iluminan la avenida.
"Aquí es gratis. Esperé dos horas para conseguir un asiento, pero es una buena vista. Todo lo que necesitamos lo tenemos," dijo Luiz Ricardo, un estudiante de 19 años sentado sobre unas gradas colocadas por la Alcaldía al lado del canal..." (Click aquí para leer la crónica de BBC sobre "Ricos y pobres, por igual en el Carnaval de Río")
Para algunos, su lugar estuvo en espléndidos palcos, dotados de comida, bebidas, con servicio de masajes y máscaras de oxígeno, que se encuentran a los lados de la avenida por donde desfilan los grupos carnavalescos.
Para otros, fue en una calle que corre a lo largo de un canal y que ofrece un ventajoso punto de visión de los grupos de samba y carros alegóricos que se preparan para iniciar su pasaje por el "Sambódromo."
La actividad es intensa en ambos lados. Vendedores ambulantes suministran cerveza y frituras a la multitud frente al canal, y los otros se reúnen en la altura cerca de las luces que iluminan la avenida.
"Aquí es gratis. Esperé dos horas para conseguir un asiento, pero es una buena vista. Todo lo que necesitamos lo tenemos," dijo Luiz Ricardo, un estudiante de 19 años sentado sobre unas gradas colocadas por la Alcaldía al lado del canal..." (Click aquí para leer la crónica de BBC sobre "Ricos y pobres, por igual en el Carnaval de Río")
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