La memoria parecía una ráfaga de millones de segundos que se agolpaban para avisar: "Y ya lo ve...y ya lo ve..es la gloriosa JP..."; "Paredón...paredón...a todos los milicos que vendieron la Nación..."; "Perón y Evita...la Patria Socialista..."; "A la lata...al latero...venimos a Devoto a liberar a los compañeros..."
El blanco de su vestido se le hacía testigo de su mirada, y miraba a los ojos de jóvenes que vestidos de blanco, con brillos amarillos le recordaban las reuniones secretas entre códigos y consignas.
Tiene la mirada de aquél joven que por primera vez descubre su cuerpo desnudo. El también tenía el derecho absoluto de sentir su pelo azabache sobre sus hombros.
No era una cuestión de infortunios, ella sabía que buscaba respuestas en el medio de los muertos.
"Soy su Comandanta en jefe...!!!" señaló con voz de hombre, para que le mirasen sus piernas. Nunca le agradaron, pero no importaba, en ese lugar estaba sólo su cabeza.
Y un día se levantó con ganas de escupir, en tono acorde y filoso, lo que su tiempo le obligaba a no callarse: "Ustedes no son responsables de los desatinos del pasado..." les dijo mirándolos sin verlos.
Ella quería decir, en otros rostros que la miraban con pancartas, con vinchas, con minifaldas, y pantalones con pata de elefante:
"Vieron que se podía volver...no les dije que se podía volver...carajo..no nos vencieron...no nos mataron...aquí estamos vivos...esos hijos de puta ya no están...ya no están..."
Por una ráfaga de millones de segundos su mente estuvo blanca...tan blanca como su vestido...pero su piel dejó de ser suave...suave...
Ahora su piel sudaba justicia...
Dady Rubio - 21 De Dic. 07 -
No hay comentarios:
Publicar un comentario